Perspectivas para una Tecnología Inclusiva

La omnipresencia de la tecnología en la vida contemporánea ha generado transformaciones significativas en la sociedad global (Wajcman, 2006). Estos cambios no solo afectan las interacciones sociales, políticas y económicas, sino que también son influenciados por ellas, creando un ciclo de retroalimentación constante. Por lo que es esencial comprender que las tecnologías son productos sociotécnicos que reflejan y perpetúan relaciones de poder, especialmente de género. 

Se destaca el origen militar de Internet: creado por hombres blancos, lo que ha contribuido a la dominación masculina en el campo tecnológico (Wajcman, 2006). Esta brecha de género se manifiesta en la escasa representación de mujeres en roles clave de la industria tecnológica (Castaño, 2008), lo que conlleva consecuencias negativas, como la subrepresentación de las mujeres en la creación y diseño de sistemas tecnológicos.

Además, el dominio masculino en áreas estratégicas ha perpetuado estereotipos y sesgos de género, excluyendo los intereses y deseos de las mujeres en ámbitos como Internet, desarrollo de software y videojuegos. Una mayor presencia de mujeres en la tecnología requerirá la desarticulación de la masculinidad hegemónica y un cambio en las relaciones de poder de género. Esto implica transformar la naturaleza del trabajo tecnológico para hacerlo más inclusivo y equitativo, permitiendo la conciliación de diferentes actividades y un reparto de responsabilidades más justo. En última instancia, esto contribuiría a crear un entorno tecnológico más diverso y receptivo a las perspectivas y necesidades de género  (Wajcman, 2006).

Hay que considerar que los sesgos de género influyen tanto en el diseño como en la comercialización de la tecnología, impactando en la conformación social de esta (Wacjman, 2006). Y también, que la sociedad y la tecnología se entrelazan en un proceso donde las y los usuarios pueden redefinir radicalmente los significados tecnológicos. En ese sentido, es crucial reconocer que la tecnología no es neutra, ya que ignorar este hecho puede conducir a usos perjudiciales, como la explotación de la Naturaleza y de las mujeres. En el ámbito tecnológico, las mujeres enfrentan una brecha digital que limita su participación y protagonismo, perpetuando la desigualdad de género y la discriminación (CEPAL, 2023). Promover una mayor participación femenina en la tecnología y corregir los sesgos de género en algoritmos y conjuntos de datos es fundamental para alcanzar una tecnología más equitativa e inclusiva.

Referencias

1. Castaño, Cecilia (2008): La segunda brecha digital. Madrid: Cátedra.
2. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (2023): La igualdad de género y la autonomía de las mujeres y las niñas en la era digital: aportes de la educación y la transformación digital en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: CEPAL.
3. Wajcman, Judith (2006): El Tecno Feminismo. Madrid: Cátedra.

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